La Iglesia, que en muchos campos se presentó con retraso y ha perdido el tren, llegó puntual a la cita de la inmigración española en Alemania. Se puede decir con toda verdad que es la primera institución que, desde el comienzo de la emigración masiva de españoles a Alemania, se puso a su lado y ahí sigue.
El 29 de marzo de 1960 se firmó un acuerdo entre el Estado Español y la República Federal de Alemania, para regular la contratación de mano de obra española por parte de empresas alemanas, que comienza a fluir con rapidez.
Ante la llegada a la República Federal de Alemania de los primeros contingentes de trabajadores españoles contratados por empresas alemanas, la Conferencia Episcopal Alemana pide a la Comisión Episcopal de Migraciones de España el envío de sacerdotes españoles, para el acompañamiento y la atención de sus compatriotas en Alemania.
A los sacerdotes venidos expresamente de España, enviados por la Comisión Episcopal de Migraciones, se unen otros que estaban estudiando aquí o que habían venido para trabajar en parroquias alemanas. Tal es el caso de los dos primeros Directores Nacionales, Javier Lacarra y José Sánchez, respectivamente.
En septiembre de 1960, cuando el número de trabajadores españoles en Alemania llega a 16.454, hay ya 6 sacerdotes españoles en otras tantas Misiones Católicas Españolas.
En diciembre son ya 11 las Misiones, que en febrero de 1961 llegan a 13, entre ellas, la de Nürnberg.
En Junio de 1962, con 87.327 trabajadores españoles en Alemania, hay ya un Director Nacional de Capellanes de Emigrantes Españoles (Javier Lacarra Lanz en Bonn-Bad Godesberg-Mehlen) y 35 Misiones, la frente de las cuales se encuentran 33 sacerdotes españoles y 2 alemanes.
En Junio de 1966 el número de trabajadores españoles llega a 185.366 y hay 66 Misiones.